MUCHO ARTE EN GARCILLÁN
La villa de Garcillán, está situada en una gran llanura perteneciente a la comarca de la campiña de Segovia. La distancia a Segovia capital es de 15 kilómetros y a Madrid de unos 100.
A tres Kilómetros del pueblo pasa el río Eresma. Es de destacar la obtención de aguas subterráneas muy buenas que sirven para el consumo familiar y regadío de huertas.
La Iglesia de la Exaltación de la Santa Cruz es muy sencilla, de una sola nave: de planta rectangular con ábside que coincide con la capilla mayor. Está realizada con escasos recursos y en diversas campañas, lo que produce un efecto muy irregular. La nave es renacentista sobre una cabecera de origen gótico que sufrió una gran reforma posterior por motivos desconocidos. La torre mantiene una estructura medieval cuadrada, en ella se alojan cuatro campanas. El retablo mayor es de estilo barroco y existen seis capillas laterales ocupadas por retablos con distintas imágenes.
En la iglesia se encuentran once lienzos o sargas pintadas que se colocan en Semana Santa tapando el Altar Mayor y las capillas y muros laterales. Fueron adquiridos por la Iglesia en 1813 a los franciscanos del Convento del Corpus Cristi de Segovia por 1.500 reales. La serie era originariamente de 15 cortinas, cuatro de ellas actualmente desaparecidas.
Por su estilo y composición han de dividirse en dos grupos bien diferenciados: el primero compuesto por siete sargas con escenas de la Pasión, y el segundo de cuatro, con los Evangelistas.
Todas están hechas al temple sobre lienzo basto. Las del primer grupo pintadas en grisalla con encarnaciones son: El lavatorio, la Flagelación, Ecce Homo, Cristo clavado en la Cruz, Descendimiento, Entierro de Cristo. Todas estas sargas, aunque tienen algunos remiendos y manchas producidas por la humedad, se encuentran bien conservadas, ya que están durante todo el año enrolladas en los troncos de madera, hoy sustituidos por barras de acero, a las que están cosidas por su parte superior.
El segundo grupo está compuesto por cuatro sargas representando las figuras de los Evangelistas. Todas están formadas por tres telas cosidas en vertical por los bordes y una horizontal por su parte inferior. Están encuadradas por pilastras toscanas y representan a San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan.
La ermita de Garcillán esta dedicada a la Virgen de la Piedad. La construcción de la ermita cuenta la leyenda que un caballero que cabalgaba por esa cañada real, galopando su caballo se le llegó a desbocar, al ver aquel caballero que sus riendas no obedecían detener aquel desbocado animal, en su auxilio acudió a la Reina de la Humanidad y gritaba diciendo ¿Virgen de la Piedad Bendita, donde me pares el caballo y te levantaré una ermita ? Y es virgen poderosa, que la voz de aquel siervo oyó y en su auxilio acudió y parado aquel caballo dejó. Sorprendido aquel caballero por aquel gran favor como promesa esa ermita levantó.
El edificio no tiene nada especial que resaltar. Es de planta rectangular con tribuna a los pies y la sacristía en la parte delantera, tras el altar de la Virgen. Existe un pozo en su interior, hoy seco que dio origen a unos hechos milagrosos. La tradición oral cuenta una leyenda que en el siglo XIV se calló una niña a un pozo de la ermita y fue rescatada sana y salva, atada a los cordones del Pendón.
Se conserva en el pueblo un "palacio" con dos escudos en la fachada que ostentan las armas de los Porres y Tapia hijosdalgo de la ciudad que tuvieron hacienda en Garcillán .
Igualmente tuvo su importancia en el pueblo el pintor Lucio Roldán Esteban, consiguió una beca de la Diputación de Segovia y en 1911 trabajó con el pintor Florencio Trapero. En 1921 expuso en la Casa de los Picos en Segovia. En el año 1929 participa como representante segoviano en la Expo de Sevilla, para lo que pintó cinco mapas, uno de ellos de los pueblos de Segovia en el que pinta la puerta de la iglesia de Garcillán en representación del pueblo. A Lucio le pidieron hacer un cuadro del General Franco, pero en la actualidad no se sabe nada de él. En 1952 se organizó una exposición en el Centro Segoviano y se trajeron 100 cuadros del autor.
El pintor muere en 1961, pero antes de morir deja dicho que el cuadro del Cristo Yacente que tenía en su despacho y que presidió su capilla ardiente fuera traído a la ermita de Garcillán.
Para finalizar queremos contaros la "Leyenda de los Cesteros" motivo por el cual reciben dicho nombre los nacidos en Garcillán.
Cuentan nuestros mayores, que allá por los comienzos del pueblo, se les ocurrió a los vecinos levantar una torre de cestas para llegar al cielo, pero sucedió que se acabaron los cestos, cuando sólo les faltaba uno para llegar al cielo, entonces no sabiendo qué hacer para solucionarlo, metieron al más listo del pueblo que era el señor Alcalde durante 10 años debajo de un caldero, cuando salió, esta solución dijo: quitar el primer cesto de abajo para ponerle arriba.
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